Mientras voy en el tren de camino
hacia casa es difícil evitar el escuchar la conversación de las personas que
van en el mismo vagón que yo. De repente te encuentras sumergido en una ola de
conversaciones donde todas las voces se unen y forman al unísono una gran
cacofonía. Si afinas bien tu oído,
puedes escuchar ese efecto sonoro
producido por la cercanía de sonidos que poseen igual pronunciación dentro de
varias palabras cercanas en el discurso de ellos que grita a viva
voz….Señor, te necesitamos en nuestras vidas.
Lo sorprendente es, que aun cuando saben que Jesucristo es el único que
puede transforman sus vidas, prefieren fingir que todo está bien y seguir
viviendo según el estilo de vida que el mundo les ofrece. Pero, ¿Por qué?
Dentro de todas las
conversaciones que me tocó escuchar ese día hubo varias llenas de alegría,
otras llenas de frustración y pocas de esperanza. Pero hubo una de esas
conversaciones que lleno mi corazón de gran preocupación. Esa conversación me hizo comprender que hay
mucho que trabajar; pero somos pocos los obreros dispuestos a trabajar sin
importar las criticas y el rechazo que podamos recibir.
La conversación era entre dos
compañeros de trabajo... uno de ellos bastante joven, y por lo que escuche en la
conversación pertenecía al grupo de adoración y alabanza de su iglesia. La otra persona, que estimo tendría unos 32
años, le preguntaba acerca de los ensayos y que canciones estarian ensayando. El joven trató de explicarle porque ellos ensayaban; pero su compañera de trabajo en forma de chiste le decía: “Ya sé! ustedes
escogen una lista de canciones bien populares y las practican. Ah! Yo me las se toditas, como que mi papá las
escuchaba.” Y comenzó a cantar pedazos de
canciones en forma burlona.
Le confieso
que me dio mucho coraje. Miraba
disimuladamente y continuaba escuchando el dialogo esperando que el joven
tomara el dominio de la conversación y con mucho respeto
corrigiera a su compañera de trabajo.
Pero para mi gran sorpresa, el joven se reía mientras ella en voz alta continuada
cantando corritos. Llegamos a nuestro destino y
no escuche ni una sola referencia de la Palabra de Dios de lo que significa ser un
adorador en espíritu y en verdad.
Luego de estudiar con mi chica me
puse a meditar en aquella conversación y me preguntaba:
- ¿Por qué el joven no corrigió a su compañera de trabajo?
- ¿Por qué no le habló con convicción acerca de por qué el pertenecía a este ministerio?
- ¿Por qué nadie, incluyéndome a mí, nos unimos a la conversación para enseñarles el verdades significado de adorar y alabar al Señor?
- ¿Habrá sido el miedo que lo detuvo a hablar más profundo acerca de Jesús?
- ¿Estarán preparando a las personas de cada ministerio correctamente antes de ser miembros?
El no haberme unido a la
conversación y no ser el instrumento en ese momento para explicar el verdadero
significado de adorar y alabar al Señor, me trajo un sentido bien fuerte de
incumplimiento ante la responsabilidad
que tengo con Jesús. Por tal razón hoy
comparto con ustedes esta vivencia para que no cometan el mismo error
que yo, y sean la voz de Cristo en este mundo.
Mientras comparto esta líneas con ustedes pude comprender que aún hay
mucho camino que recorrer para llevar la verdad de la palabra de Dios.
Adorar y Alabar al Señor es más
que pertenecer a un ministerio, es una rendición total de nuestro espíritu y
nuestro corazón donde le damos el honor, la gloria y la honra al Rey de Reyes;
y Señor de Señores que es Jesucristo. Es
más que unos instrumentos y cantar unos coritos; es hacer que el trono del
Señor se llene de olor fragante con nuestra ofrenda de alabanza. Es más que un micrófono y luces en un altar;
es hacer que la gloria de Dios se haga presente ante un pueblo que necesita
sanidad. Es más que notas musicales y
voces; es ayudar y preparar el camino para que cada persona habrá su corazón y espíritu para recibir la revelación que el Señor tiene preparada ese día para
ellos a través de la voz del pastor.
Adoración y alabanza es una actitud del corazón y un estilo de vida en donde estamos rendidos a los pies de Jesucristo para agradecer el
gran sacrificio que hizo en la cruz por nosotros. Es estar sumergidos en la presencia de Jesús
reconociendo que estamos vivos por su misericordia, su amor y por su
gracia. Es más que una tarima dentro del
lugar de reunión; es una alabanza que continuamente fluye desde los más profundo
de nuestro corazón mientras vamos guiando, mientras estamos fregando, mientras estamos
lavando ropa, mienstras estamos en la fila del supermercado, lo cual demuestra un
corazón totalmente agradecido.
Si te encuentras en una situación
similar a la mía; te invito a que no esperes como yo, a que la otra persona dé
la contestación correcta. Llénate
del poder de Cristo y comparte los
mejores ejemplos de una verdadera adoración y alabanza que te aseguro se
encuentran en la Biblia. Ejemplo de ello
es el rey David a través del libro de los
Salmos y la mujer con el vaso de alabastro de perfume en Mateo 26.