lunes, 27 de enero de 2014

De camino en el tren !

Mientras voy en el tren de camino hacia casa es difícil evitar el escuchar la conversación de las personas que van en el mismo vagón que yo.  De repente te encuentras sumergido en una ola de conversaciones donde todas las voces se unen y forman al unísono una gran cacofonía.  Si afinas bien tu oído, puedes escuchar ese efecto sonoro producido por la cercanía de sonidos que poseen igual pronunciación dentro de varias palabras cercanas en el discurso de ellos que grita a viva voz….Señor, te necesitamos en nuestras vidas. 
Lo sorprendente es, que aun cuando saben que Jesucristo es el único que puede transforman sus vidas, prefieren fingir que todo está bien y seguir viviendo según el estilo de vida que el mundo les ofrece.  Pero, ¿Por qué?

Dentro de todas las conversaciones que me tocó escuchar ese día hubo varias llenas de alegría, otras llenas de frustración y pocas de esperanza. Pero hubo una de esas conversaciones que lleno mi corazón de gran preocupación.   Esa conversación me hizo comprender que hay mucho que trabajar; pero somos pocos los obreros dispuestos a trabajar sin importar las criticas y el rechazo que podamos recibir. 

La conversación era entre dos compañeros de trabajo... uno de ellos bastante joven, y por lo que escuche en la conversación pertenecía al grupo de adoración y alabanza de su iglesia.  La otra persona, que estimo tendría unos 32 años, le preguntaba acerca de los ensayos y que canciones estarian ensayando.  El joven trató de explicarle porque ellos ensayaban; pero su compañera de trabajo en forma de chiste le decía: “Ya sé! ustedes escogen una lista de canciones bien populares y las practican. Ah!  Yo me las se toditas, como que mi papá las escuchaba.”  Y comenzó a cantar pedazos de canciones en forma burlona.
Le confieso que me dio mucho coraje.  Miraba disimuladamente y continuaba escuchando el dialogo esperando que el joven tomara el dominio de la conversación y con mucho respeto corrigiera a su compañera de trabajo.  Pero para mi gran sorpresa, el joven se reía mientras ella en voz alta continuada cantando corritos.  Llegamos a nuestro destino y no escuche ni una sola referencia de la Palabra de Dios de lo que significa ser un adorador en espíritu y en verdad. 

Luego de estudiar con mi chica me puse a meditar en aquella conversación y me preguntaba:
  • ¿Por qué el joven no corrigió a su compañera de trabajo?
  • ¿Por qué no le habló con convicción acerca de por qué el pertenecía a este ministerio?
  • ¿Por qué nadie, incluyéndome a mí, nos unimos a la conversación para enseñarles el verdades significado de adorar y alabar al Señor?
  • ¿Habrá sido el miedo que lo detuvo a hablar más profundo acerca de Jesús?
  • ¿Estarán preparando a las personas de cada ministerio correctamente antes de ser miembros?

El no haberme unido a la conversación y no ser el instrumento en ese momento para explicar el verdadero significado de adorar y alabar al Señor, me trajo un sentido bien fuerte de incumplimiento ante la  responsabilidad que tengo con Jesús.  Por tal razón hoy comparto con ustedes esta vivencia para que no cometan el mismo error que yo, y sean la voz de Cristo en este mundo. 
Mientras comparto esta líneas con ustedes pude comprender que aún hay mucho camino que recorrer para llevar la verdad de la palabra de Dios. 
Adorar y Alabar al Señor es más que pertenecer a un ministerio, es una rendición total de nuestro espíritu y nuestro corazón donde le damos el honor, la gloria y la honra al Rey de Reyes; y Señor de Señores que es Jesucristo.  Es más que unos instrumentos y cantar unos coritos; es hacer que el trono del Señor se llene de olor fragante con nuestra ofrenda de alabanza.  Es más que un micrófono y luces en un altar; es hacer que la gloria de Dios se haga presente ante un pueblo que necesita sanidad.  Es más que notas musicales y voces; es ayudar y preparar el camino para que  cada persona habrá su corazón y espíritu para recibir la revelación que el Señor tiene preparada ese día para ellos a través de la voz del pastor.  Adoración y alabanza es una actitud del corazón y un estilo de vida en donde estamos rendidos a los pies de Jesucristo para agradecer el gran sacrificio que hizo en la cruz por nosotros.  Es estar sumergidos en la presencia de Jesús reconociendo que estamos vivos por su misericordia, su amor y  por  su gracia.  Es más que una tarima dentro del lugar de reunión; es una alabanza que continuamente fluye desde los más profundo de nuestro corazón mientras vamos guiando, mientras estamos fregando, mientras estamos lavando ropa, mienstras estamos en la fila del supermercado, lo cual demuestra un corazón totalmente agradecido.

Si te encuentras en una situación similar a la mía; te invito a que no esperes como yo, a que la otra persona dé la contestación correcta.  Llénate del  poder de Cristo y comparte los mejores ejemplos de una verdadera adoración y alabanza que te aseguro se encuentran en la Biblia.  Ejemplo de ello es el rey David a través del libro de los  Salmos y la mujer con el vaso de alabastro de perfume en Mateo 26.

 No calles y deja que la voz del Espíritu Santo se manifieste a través de ti!

jueves, 23 de enero de 2014

Hoy anhelo estar a los pies de Jesús


Cuando más abrumada estoy y mi espíritu esta triste,  le pregunto a Jesús: ¿Señor, como puede tu corazón aguantar tanto rechazo, tanto odio, tanto engañó, tanta maldad por parte de la humanidad? 

Les confieso que en ese instante comienzo a llorar y desde lo más profundo de mi corazón le pido perdón al Señor por no sacar el tiempo suficiente para orar, no haber tenido  la valentía suficiente para preguntarle a alguien desconocido si conoce a Jesús.  Le pido perdón por no haber tenido la paciencia suficiente en el momento de hacer las tareas con mi hija,  por no haber tenido la suficiente templanza en medio de una situación difícil en el trabajo,  por no haber tomado el tiempo suficiente de contemplar la hermosura de su creación.  Y nuevamente me quedo sumergida en esa sola pregunta la cual tiene un peso profundo y una respuesta eterna: Señor Jesús, ¿Porque tu amor es tan grande?  ¿Cómo puedes manejar tanto dolor y aun así tu misericordia y tu gracia prevalecen?  Es en ese preciso momento cuando le pido a Jesús en mi mayor debilidad y tristeza:
"Permíteme Jesús:
·        Poder ver a cada persona a través de sus ojos
·        Poder amar con la misma intensidad que tu nos ama
·        Poder servir incondicionalmente
·        Poder perdonar dejando atrás toda memoria de dolor y resentimiento
·        Poder dar una palabra de aliento donde mi voz solo sea el instrumento que utilices para que se escuche tu voz
·        Poder enseñarles a otros con la pasión que tu le enseñaste a tus discípulos

Hay momentos en nuestra vida en el cual por circunstancias difíciles reflexionamos en donde estamos, porque estamos ahí y hacia donde queremos llegar.  Es justo en esos momentos donde reflexiono en el gran amor de Jesús y me retumba en lo más profundo de mi corazón el texto que dice: La voluntad de Dios es BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA.  Luego, una voz muy fuerte dentro de mi me dice: Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro.  Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.   En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra”  Que poderoso es el Salmo 91. 

 Te invito a que medites en esto por un momento… Vivimos en un tiempo muy difícil, donde lo que nos rodea en este mundo es engaño, odio, envidia, codicia, mentira, muerte y vanidad.  La animosidad, la falta de respeto, la falta de amabilidad y la impaciencia se han apoderado de la atmosfera donde vivimos. Pero, ¿Qué estás haciendo al respecto? 
El Señor Jesús siempre tiene una forma muy peculiar de dejarme saber a través de la naturaleza que espera de nosotros; y hoy no fue la excepción…


Toda gota de agua que cae en un rio, su honda comienza muy pequeña y al multiplicarse se hace cada vez más grande.  De esta misma forma debemos trabajar nosotros para poder llevar la luz de Cristo a todo el mundo.  Como una gota de agua debemos comenzar en nuestro hogar declarando este pequeño decreto con el cual nos comprometamos a:

“Ver a través de los ojos de Jesús, amar con intensidad al prójimo, servir incondicionalmente, perdonar dejando atrás todo dolor y resentimiento, enseñar las buenas nuevas del evangelio de Jesús con pasión y ser la voz de Jesús en este mundo”. 

 Al comenzar en tu hogar vera que tus hijos trataran con respeto y amor a sus tíos, primos, abuelos, vecinos y amigos.  Ellos verán el amor de Cristo reflejado en tus hijos y por ende trataran con respeto a sus maestros, directores y empleados de la escuela.  Y veras que como una gota de agua que cae en el rio y se expande; así se multiplicará el amor de Cristo en tu comunidad, en tu ciudad, en tu pueblo, en tu país, en nuestra nación y por ende en el mundo.

 ¡Ahora te toca a ti! Hagamos la diferencia y demostremos el amor de Jesús en cada cosa que hagamos.